En una ciudad tan poblada como la nuestra, la única
forma de conseguir la sensación de aislamiento es tratando de encontrar un
lugar dónde habitar en las alturas, en los edificios qué poseen más pisos, alejándose
así de las transitadas avenidas. Por fortuna, cada vez hay más opciones para
vivir en zonas sumamente céntricas con esta característica y sólo hay que saber
elegir entre los tipos de construcciones que se erigen con este fin día a día.
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Definitivamente el edificio Reforma 27 es una de las
grandes joyas que dan valía a una de las vialidades más transitadas de la Ciudad
de México por adaptarse a esta singular peculiaridad. Cuando me hablaron sobre
este proyecto, me comentaron que en él se conjuntan la belleza, la utilidad y
la firmeza, cualidades que hace medio milenio expresó Vitruvio, uno de los grandes
arquitectos romanos, quien decía que cualquier edificación que quisiera preciarse
de ser hermosa debía poseer estas tres particularidades.
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Al pararse frente a él, la fachada cuadriculada es lo
primero en relucir, pues pareciera que todas las ventanas dejan expuestos a los
habitantes, pero esta idea no podría ser más equivocada: los bordes que tiene
cada marco evitan que cualquier persona parado en la acera pueda voltear hacia
arriba con la intensión de ver algo en su interior.
Una vez dentro, y en los pisos más altos, la vista
es, en los días despejados, un lujo. A los espacios que pudieran haber sido
rellenados con ornamentos simples se les brindó la oportunidad de contener vida
en forma de plantas grandes y vistosas, mismas que se ven beneficiadas con la
cantidad justa de luz solar que el entretejido de las columnas permite pasar.
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Entonces vemos que la firmeza con la que este
complejo fue construido hace que el espacio habitable sea muchísimo y que la
temperatura, a pesar de estar expuesto a los rayos del sol, sea templada pues
permite el paso del aire. Todo esto es coronado por una bellísima alberca con
un mural de la autoría de Marco Kalach en el que se hace un homenaje a la
conexión que guarda la ciudad y los volcanes que la rodean.
Abraham Cababie Daniel
© Fotos: Yoshihiro Koitani / Courtesy of ARCH DAILY
