Muchas veces al
admirar las obras arquitectónicas nos es difícil identificar su estilo, a menos
que no se tenga un cierto conocimiento de Arquitectura; es fácil confundirnos y
sólo entendemos la belleza desde la configuración que nuestras pupilas captan.
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Es por ello que hoy, redacto brevemente este resumen, que objetivamente transmite las características principales que conforman al estilo Barroco, tan extendido en Europa en el siglo XV.
Su nombre deriva
etimológicamente de la palabra portuguesa (perola baroca) y su significado es
“perla de forma irregular”, lo cual indica que este estilo carece de
regularidad y orden. Sus formas son extravagantes y raras además de colosales;
dónde conceptos como la luz, espacio y tiempo predominan como elementos
principales.
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Es un estilo casi
meramente exclusivo de la Arquitectura religiosa, dónde las cúpulas predominan
al igual que las figuras angelicales, ornamentos decorativos e ilusionistas. Se
alude y rechaza los elementos simples para dar paso y presunción a lo ostentoso
utilizando para ello, materiales como el oro y la plata que evocan el poderío y
dominio. En él abundan las curvas, torres, cúpulas y domos; así como gran
cantidad de ventanales y torres meramente decorativas y no de soporte como los
usados en la antigua Grecia y Roma.
Los nombres de
Bernini, Borromini y Pozzo son comunes a la hora de aludir a este estilo,
puesto que son considerados históricamente como los arquitectos más destacados
de ese ramo. Para cerrar brevemente, menciono un par de excelentes obras
características del mismo, que sirvan de ilustración y guía al lector:
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Basilica de San
Pedro, Plaza de San Pedro, Palacio de Versalles, Pantheon de París, Opera
Garnier, Iglesia Jesuita de Nagyszombat, Catedral Metropolitana de la ciudad de
México, Catedral de nuestra Señora de la
Asunción en Oaxaca, Catedral de San Cristóbal de las Casas; entre muchas otras.
Abraham Cababie
Daniel
