El edificio El Moro fue uno de los primeros rascacielos de la Ciudad de México, al menos para los estándares marcados cuando éste fue levantado. Pero su valía proviene de que es el edificio que da cobijo a La Lotería Nacional. Su construcción tomó ocho años y desde entonces ha tenido que ser remodelado en por lo menos tres ocasiones de manera considerable, en 1955, 1978 y 2010.
También es una hermosa postal de la ciudad porque entonces era muy importante para los encargados de los edificios estar adscritos a un estilo artístico, en este caso, el Art Decó. Desde su fachada se pueden ver las características. Una imponente exterior blanco que es tomado a la mitad por una serie de ventanas, como si todo lo que pasa al frente lo pudiera ver y registrar. Y no sería para menos pues se encuentra en una locación privilegiada como lo es el Paseo de la Reforma.
Al igual que el edificio Miguel E Abed, en éste se procuró que resistiera los movimientos telúricos de gran intensidad y ha salido avante a todos ellos. No sólo el de 1985, sino el de 1957 también.
Por algunos años fue el edificio más alto no sólo de México sino de Latinoamérica, al menos hasta que se terminó de construir el edificio Anáhuac y a ese le sucedieron estructuras más grandes.
Pero su historia también contempla la temporada que dio alojo al canal 4 de la televisión mexicana. Y recordamos ese gran letrero que daba la bienvenida y era iluminado gracias al gas neón, con el que también se marcaba tendencia en nuestro país.
Hoy es protagonista vivo de la Ciudad de México, frente a él pasan los reclamos ante la injusticia o los gritos de euforia cuando se celebra algo. Y esperamos que ahí esté, algunas décadas más, para dar sentido de familiaridad a nuestro entorno cotidiano
Abraham Cababie Daniel.