El Hotel Nacional abrió sus puertas
por primera vez en 1972 en Río de Janeiro, para cerrarlas indefinidamente en 1995.
En total pasaron quince años de competo abandon, antes de que finalmente fuera
comprado por 85 millones de reales brasileños (unos 35 millones de dólares), en
2009 por el empresario local, Marcelo Henrique Limírio Gonçalves. Ahora, en
2017, el hotel finalmente vuelve a su status de resort de lujo de cinco
estrellas.
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ABRAHAM CABABIE DANIEL. FOTO HOTEL
NACIONAL DE RIO DE JANEIRO
Sus 413 habitaciones, el spa, el
restaurante y el bar, todos han sido restaurados enteramente. Varios de los
bocetos originales de Oscar Niemeyer, el arquitecto y genio modernista detrás
de este icónico edificio, ayudaron a Marcos Bastos, el arquitecto encargado del
proyecto de restauración, a mantener el proyecto fiel al concepto original de
Niemeyer.
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ABRAHAM CABABIE DANIEL. FOTO HOTEL
NACIONAL DE RIO DE JANEIRO
Sus 33 pisos ofrecen una vista
panorámica de la playa y el barrio de Sâo Conrado, desde cualquiera de las
habitaciones; todo esto gracias a su distintiva forma cilíndrica. El lobby de
3,000 metros cuadrados es un homenaje a la estética de Niemeyer, reminisciente
del diseño propio de mitad del siglo XX. El bar, que abarca un piso entero, da
una vista de 360º que llega hasta la legendaria playa de Copacabana.
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ABRAHAM CABABIE DANIEL. FOTO HOTEL
NACIONAL DE RIO DE JANEIRO
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No sólo el
genio brasileño destaca en el diseño arquitectónico; Alfredo Ceschiatti creó la
escultura de sirena que hasta el día de hoy, se puede ver junto a la alberca.
Otro talento brasileño es el del pintor Caybé, creador del mural que se
encuentra en la entrada y que también fue restaurado en su totalidad.
Abraham
Cababie Daniel
