Escultural,
glorioso y victorioso, de un brillo excelso que bajo un cielo completamente
despejado, refleja el brillo de los rayos dorados del sol que ilumina la gran
metrópoli mexicana.
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ABRAHAM CABABIE DANIEL. FOTO DE LA MEZQUITA DE HASSAN II.
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Me encanta
admirarlo posando mis pupilas sobre sus curvas y su extraordinario concepto
arquitectónico, evocando un símbolo representativo no solo de gran trabajo,
sino de la representación que demuestra que este país obtuvo y tiene
independencia y soberanía.
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ABRAHAM CABABIE DANIEL. FOTO DE LA MEZQUITA DE HASSAN II.
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En una glorieta
ubicada en una de las avenidas más sobre salientes de la CDMX, entre Avendia
Paseo de la Reforma, Río Tiber y Florencia se puede topar la excelsa obra que
se inició cómo primer inspiración por Lorenzo de la Hidalga, al estilo
neoclásico, columna de orden corintio rematado con la
victoria alada.
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ABRAHAM CABABIE DANIEL. FOTO DE LA MEZQUITA DE HASSAN II.
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La colocación de
la primera piedra fue el 16 de septiembre de 1843.
Sin embargo, el
16 de septiembre de 1865, se convoca a otro concurso para erigir el monumento,
que en esa ocasión gana Ramón Rodríguez Arangoity. La emperatriz María Carlota
Amalia es quién coloca la primera piedra, pero este nuevo intento, tampoco pasa
de ahí por la caída del Imperio.
No es hasta el
tiempo de Porfirio Díaz a la cabeza del país que se retoman los trabajos al
abrir alrededor del ya llamado Paseo de la Reforma una serie de desarrollos
inmobiliarios, por lo que se decide embellecer el paseo con estatuas de
diferentes héroes de la reforma, aceras adoquinadas y arboledas.
Pasando por una
serie de convocatorias y concursantes más, no es hasta 1900 que la obra queda
en manos de Antonio Rivas Mercado (arquitecto, restaurador e ingeniero
mexicano), quién elige a su equipo de trabajo a cargo del italiano Enrique
Alciati (a la cabeza de realizar las esculturas y bajorrelieves), y a Roberto
Gayol (al frente de la obra civil).
En 1906 con una
base de hormigón, 2,400 piedras con una altura de 25 metros, se estimó el
hundimiento de uno de los lados del monumento, así que el equipo de trabajo se
constituyó por una Comisión Directiva a cargo de Antonio Rivas Mercado e
integrada por los ingenieros Guillermo Beltrán y Puga, Manuel Marroquín y
Rivera y el arquitecto Manuel Gorozpe.
Los trabajos se
iniciaron el 13 de julio de 1907, aprovechando la demolición para hacer los
estudios de suelo necesarios para calcular y construir los nuevos cimientos.
Para ello se usó
el método de pilotes de hormigón con punta, que se hincaron con un martinete de
vapor que enterraba los pilotes con un émbolo de una tonelada de peso. Debido a
que esta fue una de las primeras obras en la ciudad con este tipo de
cimentación, ya que hasta entonces se utilizaban pilotes de madera, que no
alcanzaban mucha profundidad.
El terremoto acontecido el 28 de julio 1957, repercutio
en la caída de la victoria alada, quedando destrozada al pie del mismo, por lo
que debió restaurarse, a cargo de Ernesto Sodi Pallares, quien refuerza el
interior de la columna con placas de metal y reemplaza la escalera de piedra
del interior por una metálica
Un nuevo
terremoto azota a la ciudad de México en septiembre de 1985, dañando nuevamente
la estructura y obras artísticas del monumento, en esta ocasión la restauración
y dirección queda en manos de Ramón Bonfil.
Sin más que complementar,
el monumento de la victoria alada representa y enaltece el orgullo de los
mexicanos, no en vano es sede de celebraciones, protestas y reclamos ante los
acontecimientos de esta orbe tan independiente de ideología, cultura y
emociones.
Abraham Cababie
Daniel