Situado al sur del Parque Nacional de Luangwan,
en la República de Zambia, centro-sur de África, el Hotel Mfuwe Lodge fue
construido en 1998 en la ruta natural de los elefantes hacia su comida favorita,
los mangos silvestres. Por esta razón, durante los meses de octubre, noviembre
y diciembre, los huéspedes pueden encontrar a los animales disfrutando de los
jardines o atravesando el lobby abierto, elaborado con un dosel de ébano y
caoba, cubierto por un techo de paja. En su arquitectura destacan dos
impresionantes chimeneas en los extremos de la recepción.
Los 18 chalets que forman el desarrollo
turístico, cuentan con terraza privada y se distribuyen alrededor de la laguna.
Aunque las vistas más privilegiadas son las de la piscina y el Spa, pues
jirafas, antílopes, búfalos y cocodrilos se acercan al depósito de agua.
Este lugar fue seleccionado como el mejor
hotel y spa de Zambia en 2009.
No cuenta con ningún premio
por diseño arquitectónico; sin embargo, se le reconoce como el único lugar del
mundo donde los elefantes entran con toda confianza a una construcción y se
acercan tanto a los humanos, sin ser agresivos.
En diversas entrevistas,
el gerente del establecimiento, Andy Hogg comentó que no se sabe si fue por
error de diseño o desconocimiento que el hotel se construyó en la ruta de los
paquidermos, pero cada fin de año, la misma familia regresa y se pasea por las
instalaciones, suben escalones y las crías se tiran en el piso para refrescarse
o tomar una siesta.
Hasta hoy no se han
registrado incidentes con el personal, ni con los huéspedes, a quienes se les
recomienda que por su seguridad permanezcan tras la barrera de protección que
se construyó en el lobby para que compartan con los enormes visitantes.
Abraham Cababie.
